LOS INFIERNOS cuenta ya con la adaptación al final del camino de una llanura que se asoma al río, haciendo curvas en su cauce, y con barandas para asomarse a nuevas y menores cascadas.
Mesas para picnics y bancos, pequeños puentes de madera, y grandes llanos para correr, practicar cualquier deporte o relajarse bajo la sombra de un árbol.